El cuento como recurso de enseñanza para Conocimiento del Medio

El cuento puede ser un genial recurso para la asimilación y aprendizaje de contenidos de cualquier área, sobre todo la de Conocimiento del Medio; a continuación podemos ver unos ejemplos de enseñanza de enfermedades y funcionamiento del cuerpo humano (origen, procesos, dificultades y curas) a través de este tipo de recurso:

El cuento de virus Zoster

¿Sientes que te pica el cuerpo?  Es por mi culpa. Soy un virus muy contagioso y puede que te haya infectado. Me llamo virus-zoster aunque comúnmente se me conoce como la varicela; pero si estas en Canarias también me conocerás como las chillas, en el Norte de España como la viruela, y si sabes inglés como chicken poxs. Me gusta mucho estar en los niños, por eso, es normal que tus compañeros y amigos hayan estado infectados. Podría haberme colado en tu cuerpo, porque hayas respirado el mismo aire que otros compañeros en los que ya haya estado, y así, inhalarme.  También podrías haberme cogido por tocarme directamente en las heridas que provoco en los demás, o por compartir objetos en los que, los infectados, hayan dejado su saliva. (como por ejemplo beber agua de la misma botella de un compañero infectado).
Si decido quedarme en tu cuerpo, a partir de los 15 días, sentirás que estás cansado y que te duele la cabeza, incluso no querrás comer. Además, a los pocos días, haré que te pique mucho mucho el cuerpo, saliéndote manchas rojas y planas. Estas se transformarán en ampollas que intentarán que las rasques, porque te molestarán mucho, pero no les hagas caso, porque esto será malo para ti. Si te las rascas se romperán y se convertirán en heridas abiertas, por donde pueden entrar otros virus amigos míos, pero al poco tiempo, te saldrá una costra en cada ampolla que hayas rascado; esta costra hará que no te entren nuevos virus, y que yo no pueda salir de tu cuerpo por esa herida para contagiar a otros. Mientras esté en ti haré que te salgan muchas ronchas, sobre todo en el tronco y el cuero cabelludo y tal vez también, llagas en lugares como la boca o en los párpados.
Solo hay una cosa que puede evitar que yo te infecte, la vacuna, mi enemiga, que puede causarte un pequeño dolor en la zona donde te la pincharon; y además, puede inflamarse un poco, haciendo que esta zona se enrojezca, pero enseguida se te irá. El médico, también es mi enemigo porque como ya me conoce, te dirá enseguida lo que tienes que hacer para eliminarme lo más rápido posible de tu cuerpo. Normalmente el médico te dará unas medicinas  o cremitas para que te calmen el picor que produzco. Y así, poco a poco, iré desapareciendo de ti, aunque cuando muera, todavía tendrás las marcas que dejo en tu cuerpo, las cicatrices. 
Como ya dije soy un virus muy contagioso, así que, si estoy en tu cuerpo, es muy posible que me propague por el resto de personas que hay a tu alrededor. Sin embargo, no me gusta repetir en cuerpos que ya he estado y, por lo tanto, no infecto dos veces al mismo cuerpo. Si no quieres que viva en otras personas tendrás que cuidarte mientras viva dentro de ti, y protegerte aisladamente, para que no pueda hacer lo mismo a otras personas.
Así que ya sabes cuerpo humano, ahora ya me conoces, no me tengas miedo, no soy tan malo como parezco, solo me quedaré en ti más o menos 15 días más desde que te salgan las ampollas,  y es por esto que  vamos a intentar  pasarlo juntos lo mejor posible.
El cuento de la bacteria Coli

¡Hola! ¿Cómo estáis? Pues yo, ya veis, aquí estoy, un poco triste porque la gente no me quiere, pero bueno, ya estoy acostumbrada! ¿Y sabéis por qué la gente no me quiere? Porque soy una bacteria. Pero lo que ellos no saben es que soy una bacteria de las buenas.
¡Ay! Perdonad que no me haya presentado. Yo soy Coli. Por cierto… ¿vosotros sabéis lo que es una bacteria? Por qué si no lo sabéis no vais a entender nada de nada de lo que os diga. Mirad, os voy a explicar. Las bacterias somos microorganismos muy muy chiquititos que convivimos con las personas. Somos tan pequeñas que se necesita un microscopio para que nos puedan ver. Estamos formadas por una sola célula y podemos tener forma de esfera , forma de barra o forma de espiral, y además, algunas de nosotras tenemos unos pelitos llamados flagelos para podernos mover . Somos los microorganismos más abundantes del planeta y podemos sobrevivir en condiciones muy muy extremas.
¿Y sabéis qué? Que yo y las que son bacterias buenas como yo, vivimos en los cuerpecitos de todos vosotros. Y… ¿A que no pasa nada? ¿A que os encontráis bien? Pues eso es porqué el cuerpo de las personas es el hogar de millones de bacterias buenas. Millones de nosotras vivimos en vuestra piel, nariz, boca o intestinos y es más, en vuestros cuerpos hay diez veces más células bacterianas como yo, que células humanas. Y ya lo veis, estamos vivas e incluso respiramos.
¿Sabéis una cosa muy curiosa? Que vosotros tenéis en el cuerpo unos 2000 tipos de bacterias diferentes. Sí si, tal como lo oís, ¡2000 tipos de bacterias! ¡Así que fijaos si somos importantes! Por ejemplo: en vuestras bocas podéis tener fácilmente 25 especies diferentes de bacterias y tan solo en la palma de vuestras manos habitan cerca de 150 especies. ¡Y ojo! un dato muy curioso es que si nos juntásemos todas las bacterias de un solo cuerpo de los vuestros pesaríamos entre medio kg y 2 kg, ¡lo mismo que un melón!


Y os preguntaréis… ¿y cómo puede ser que no estemos enfermos si tenemos tantas bacterias dentro?  Es normal que os lo preguntéis ya que siempre se asocia la bacteria con la suciedad, la enfermedad, y un sinfín de cosas malas. Y de ahí que también creáis que soy mala y por eso yo esté tan triste…

¡Pero no soy una bacteria mala, soy una bacteria buena y tengo derecho a que me acepten y me quieran! Además, no solo vivimos en vuestros cuerpos sin dañarlos, sino que les ayudamos a funcionar adecuadamente.
Somos tan importantes que sin nosotras no podríais sobrevivir. Os ayudamos a digerir los alimentos, a producir vitaminas y ocupamos espacios que estarían disponibles a otros microorganismos perjudiciales si nosotras no existiéramos.
Y diréis… ¿De dónde han salido tantas bacterias? ¿Cómo han entrado en  nuestros cuerpos? Ya desde que sois muy pequeños, a medida que las partículas de comida pasan y tienen contacto con el interior de vuestro trato digestivo las bacterias que acompañan a la comida pueden quedarse allí y multiplicarse. Y mirad que curioso que cuando las personas nacéis, sois estériles (es decir, libres de bacterias) pero en unas pocas horas sois colonizados por nosotras y jamás dejáis de tener bacterias en vuestros cuerpos.
Pero lamento deciros que no todo es tan bonito como parece, y en eso les doy la razón a las personas. No todas las bacterias son buenas como yo. Hay unas bacterias malas también son conocidas como patógenos y que pueden invadir el cuerpo a través del aire, agua, fluidos corporales, superficies contaminadas o mediante otros animales, y provocar enfermedades. Estas bacterias atacan directamente las células de vuestro cuerpo o generan toxinas que lo dañan. Algunos ejemplos de bacterias peligrosas serían la Salmonella o la bacteria Campylobacter causante de la diarrea.
Esto puede resultar alarmante, pero por suerte, en 1928 (hace ya 85 años), un científico llamado Alexander Flemig, descubrió el primer antibiótico, la penicilina. ¿Habéis oído hablar de los antibióticos? ¿Los habéis tomado alguna vez? En todo el mundo se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas. Los antibióticos lo que hacen es detener el proceso del ciclo de vida de las bacterias, el cuerpo las expulsa y se cura así la infección.
Todo esto está muy bien, pero hay que tener cuidado chicos, y tomar antibióticos solo cuando se los receta el médico porqué los antibióticos pueden eliminar también a las bacterias beneficiosas de nuestro cuerpo como yo, causando así consecuencias de salud no deseadas. 
Espero que vuestra mentalidad en cuanto las bacterias haya cambiado, y que sepáis que no todas somos malas, sino todo lo contrario. Tened en cuenta sobretodo que sin nostras las personas no podrían vivir. Gracias por escucharme, ya estoy un poco más feliz .


Es interesante completar esta carta con imágenes. Poner cara al virus (el protagonista), y también imágenes de algunos de los procesos que sufre el cuerpo con la varicela.