Las redes sociales en el aula


Vivimos en un momento en que la comunicación y la información forman parte de nuestras vidas, sobre todo las redes sociales, por ello muchos profesores deberían y por suerte cada vez están más dispuestos a trabajar con ellas y usarlas para motivar al alumnado en el proceso de aprendizaje.

Las nuevas tecnologías proporcionan al profesor  numerosos recursos, ya que no se trata de facilitar información, sino que también permite interactuar con materiales y estimular el aprendizaje cooperativo, dinámico, flexible, beneficiando el proceso de enseñanza-aprendizaje.


Las redes sociales es el espacio interactivo preferido de los alumnos. Pueden jugar, chatear, intercambiar información sobre actividades que plantean dificultades, por lo que supone un espacio privilegiado para el aprendizaje.

Las redes sociales pueden ser una fuente de conocimiento y aprendizaje entre el alumnado, pues nos permiten, compartir documentos (actividades, temario, apuntes,…), comunicarnos de forma rápida, eficaz y simultanea, compartir videos, fotos, archivos de interés. Además, no solo pueden interactuar entre alumnos de una misma aula, sino con otras aulas y lugares diferentes. Pudiendo crear grupos de contactos entre otros colegios, estableciendo así una red de redes, con la que se pueda trabajar de forma simultánea.

Como podemos percibir, se pueden obtener grandes beneficios de las redes.  Por ello, la educación en contextos sensatos debe utilizarlas e integrarlas en los procesos de aprendizaje, esto no quiere decir que se tengan que dejar de lado los métodos tradicionales.


Trabajar desde edades tan tempranas  con las redes sociales proporciona al alumnos una serie de fines: asegura la alfabetización, promueve y articula los aprendizajes dentro y fuera del sistema escolar, favorece la comunicación y el aprendizaje, enseña a buscar selectiva y críticamente la información y por último desarrolla un pensamiento autónomo y complejo.