Tras la realización de un estudio en una zona desfavorecida de la isla de Tenerife, donde el 95% son madres solteras y el 80% de los jóvenes varones ha pasado por la cárcel, hemos detectado niveles elevados de inseguridad, desregulación emocional, conductas antisociales como la agresión y hostilidad hacia el progenitor, en edades comprendidas entre seis y doce años. Por lo tanto, este programa de apego se centrará en madres solteras, jóvenes y sin estudios, con hijos que cursen la educación primaria y que padezcan los problemas que hemos señalado anteriormente. Contará con un máximo de catorce personas (siete madres con sus respectivos hijos).
Durante los primeros años de vida, el niño desarrolla un lazo emocional con sus padres o cuidadores que les proporciona la seguridad necesaria para adquirir habilidades psicológicas y sociales. El apego puede verse alterado por diferentes situaciones, tales como ausencia del objeto con el que realizar el vínculo, o bien la madre está presente pero es incapaz de lograr una identificación con el niño para vincularse con él, aunque le brinde los cuidados físicos, o es incapaz de proporcionarle tanto los cuidados físicos como los emocionales; podemos observar, como la ausencia de la figura paterna influye notablemente en el desarrollo del niño. Por tanto durante los primeros años el niño puede sufrir alteraciones físicas y/o psicológicas, que le pueden llevar a un grave problema de falta de apego.
El objetivo principal de este programa se basa en ayudar a la madre a distinguir entre las relaciones pasadas y actuales, permitiéndole así, desarrollar representaciones positivas de ella y de su relación con el hijo, responder y mostrarse sensible, y fomentar la seguridad en su relación. Es de decir, tratamos de que la madre no plasme los sentimientos negativos del pasado (maltrato, adicciones, etc.), a su hijo en el presente. Para la consecución de este objetivo debemos llevar a cabo diferentes objetivos específicos: mejorar las relaciones entre padres e hijo, ayudando a formar vínculos afectivos estrechos y adecuados; favorecer la comunicación, aumentando la capacidad de entendimiento y respuesta de los padres ante diversos estados del niño; fomentar conductas de crianza de los padres mediante una relación de apoyo; promover la confianza, la autonomía y la seguridad en sí mismos y los demás; impulsar la autoconciencia y autocontrol de las emociones y la conducta.
El programa consta de cinco sesiones, que se repartirán a lo largo de dos meses y medio, siendo así una sesión cada quince días. Cada sesión consta de noventa minutos, con intervenciones teóricas y prácticas. Además la figura del profesional se limitará a la orientación descartando las intervenciones directas. Cada una de estas sesiones tratará un objetivo diferente, para que al finalizar la totalidad del programa, podamos conseguir el objetivo principal, y así solventar todos los problemas, necesidades y dificultades que se nos han presentado. A continuación explicaremos la metodología del programa a través de las diferentes sesiones:
SESIÓN 1.
Tema: Mejora de las relaciones interfamiliares a través de la comunicación y la empatía.
Si es importante el dialogo en las relaciones interpersonales, lo es aún más la comunicación en la familia. Esta comunicación está guiada por los sentimientos y la información que transmitimos y comprendemos. Cuando existe una buena comunicación en la familia, se puede afirmar que existe un compañerismo, una complicidad, y un ambiente de unión y afecto en la casa. Pero, lo más importante es que hay un respeto mutuo y unos valores bien asentados.
Comenzaremos la sesión con una explicación sobre la importancia de la comunicación en la vida familiar, y los problemas que puede darse la ausencia de esta, para que las familias interioricen este concepto, y tomen conciencia de la realidad para mejorarla.
Se llevará a cabo una dinámica en la que madre e hijo, situados uno frente a otro, tendrán que expresar bajo su punto de vista los problemas más recientes que han vivido en la familia y contrastar las diferentes percepciones de una manera calmada y pacífica, respetando los turnos de palabras, etc. Así, los participantes podrán conocer los sentimientos y pensamientos del otro y les facilitará su comprensión y aceptación. De este modo podemos favorecer el desarrollo de la comunicación a través del diálogo.
Para trabajar la empatía se llevará a cabo una actividad en la que tras plantear una situación determinada, los hijos y sus madres deberán actuar como creen que lo haría el otro. De esta forma podrán conocer la visión que tienen las madres y sus hijos y viceversa.
Finalmente podemos destacar que gracias a esta dinámica se producirá una mejora de las relaciones a través del entendimiento, que ayudará a formar vínculos afectivos estrechos y adecuados.
SESIÓN 2.
Tema: Conductas de crianza positivas a través de una relación de apoyo.
Con este objetivo pretendemos que los padres aprendan a guiar la conducta de los hijos, aunque, ciertamente, es difícil encontrar un buen equilibrio entre la disciplina y el afecto. Estos son los aspectos fundamentales a tratar en la sesión, a través de una serie de mecanismos basados en el respeto, la firmeza, los valores y las normas, siempre fundamentándose en la comunicación, explicando los motivos de dicha decisión y transmitiendo el sentimiento de amor incondicional a sus hijos. Por esto vamos a tratar que las madres intenten comunicar las reglas y los valores a sus hijos, de modo que ellos las escuchen y aprendan a expresar sus propios sentimientos positivamente.
Comenzaremos la sesión con una charla orientativa por parte del profesional, sobre estrategias positivas a seguir en el proceso de educación de los niños, para mejorar la comunicación y como resultado la relación. Dentro de estas pautas cabe destacar la importancia a ciertas estrategias como: evitar la constante negativa y críticas y aumentar los elogios en comportamientos y actitudes positivas; no basar la educación en constantes amenazas y eliminar aquellas irrealistas que no vayan a cumplirse.
Para poner en práctica lo aprendido anteriormente, realizaremos una actividad en la que cada madre con su hijo, escribirán en una cartulina una serie de normas junto con los motivos contrastados entre ambos, es importante nombrar que para llegar a elección de estas normas se vea reflejado el proceso de comunicación, en donde se incluirá la opinión del niño al respecto. De esta forma conseguiremos la reducir las amenazas y las negativas, puesto que todas las acciones estarán basadas en las normas establecidas anteriormente.
Con esta sesión hemos conseguido un mayor y mejor entendimiento en las relaciones materno-filial, así como un gran acercamiento hacia una práctica de crianza positiva y beneficiosa para todos.
SESIÓN 3.
Tema: Fortalecer la confianza, autonomía y seguridad en sí mismos y sus relaciones.
Cómo desarrollar la confianza de los hijos en las madres y viceversa, constituye una pregunta frecuente y es importante encontrar las respuestas adecuadas. Para desarrollar una relación de confianza con los hijos, es importante dedicarles tiempo, no es conveniente presionarlos, dado que esto hace que se encierren en sí mismos y no compartan sus sentimientos. Las madres deben dotar a sus hijos de estrategias que les van a ayudar, en un futuro, a ser adultos más independientes, afrontar situaciones diferentes de forma adaptativa, a tener mayor autoestima, a ser menos inseguros y, por tanto, a estar más adaptados en la sociedad.
La dinámica que se presenta a continuación trata de mejorar los aspectos nombrados anteriormente. Las madres y sus hijos deben escribir en un papel todos los rasgos positivos que destacan del otro. Al finalizar, se hará una lectura en voz alta de los rasgos que han sido destacados. Por otro lado, y para que los niños desarrollen una actitud autónoma, se les presentará una situación problemática que tendrán que superar junto a sus madres, pero siempre será el hijo el encargado de tomar las decisiones.
Esta sesión servirá para desarrollar aspectos primordiales en la vida de todo ser humano. Favorecer la autonomía, la confianza y la seguridad tanto en la madre como en el hijo, es muy importante para conseguir inculcar una buena imagen personal y así superar las dificultades que se le van presentando. Además, podrán ir adquiriendo un pensamiento y una reflexión que les proporcionará ideas propias para posteriormente, saber decidir y decir no ante situaciones que no deseen con seguridad y convicción ante los demás.
SESIÓN 4.
Tema: Mayor conciencia y control de las emociones.
Se pretende valorar la importancia que para el desarrollo personal y la prevención de la violencia tiene la adecuada expresión de los sentimientos evitando las manifestaciones y vivencias que impliquen daño o agresión a otra persona.
En la actividad “Aprendiendo a manejar la ira y la hostilidad”, el planteamiento es el siguiente: se pide a cada madre y su hijo que piensen en tres casos en los que últimamente hayan “explotado”. Luego escriben en una hoja lo que ocurrió en cada una de las situaciones, siguiendo el esquema: hecho, consecuencias a corto plazo, consecuencias a largo plazo, ¿conseguí lo que proponía? Madre e hijo se explican estas situaciones y posteriormente, de manera individual a cada familia, el profesional propone una serie de estrategias para el manejo de ira y emociones, basadas en el autocontrol.
Con esta actividad conseguimos un mayor autocontrol de las emociones, a través de una educación sentimental y su expresión. Además de los bloqueos emocionales, pretendemos trabajar el cambio de las diferencias de género, para prevenir la violencia.
SESIÓN 5.
Tema: Mayor conciencia y control de la conducta.
La modificación de conducta implica la aplicación de técnicas de aprendizaje para evaluar y mejorar los comportamientos encubiertos y manifiestos de las personas y facilitar así un funcionamiento favorable. Esta sesión tiene como objetivo promover el cambio a través de técnicas de intervención para mejorar el comportamiento de las personas, de forma que desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su medio, y adopten actitudes, valoraciones y conductas para adaptarse a lo que no puede cambiarse.
En esta sesión, plantearemos como actividad una forma de actuar, y por consiguiente nos centraremos en la búsqueda de la solución del problema. A través de esta técnica se hace que el sujeto piense y exprese en voz alta cómo debe conducirse ante una situación determinada, así como las consecuencias que se derivarán de ello. De esta manera, se hace que el alumno analice la situación que le preocupa o perturba, expresándose verbalmente.
A continuación, la madre explicará también en voz alta los sentimientos que le provocan esas conductas. Y si ocurre de forma contraria, es decir, la madre se comporta mal con su hijo, será él quien expresará sus sentimientos. Tras esto, la madre se encargará de realizar la actividad y el hijo expresará sus sentimientos.
Esta percepción les conduce a sentir su actuación errónea o, al menos, irresponsable, contribuyendo a que su conducta se debilite al comprobar lo perturbadora que puede ser para él y los sentimientos que puede provocar ante los demás.
A modo de conclusión cabe destacar los resultados esperados tras la finalización de las sesiones, y por tanto, del programa. Se trata de conseguir la mejora de la relación madre-hijo mediante la comunicación, el respeto y la participación. Este programa no pretende influir directamente en las ideas de cambio de las madres, sino que tiene como objetivo hacer que éstas se las replanteen. Se trata de aportar diferentes técnicas de mejora para su actuación en las diversas situaciones diarias, para que las madres puedan mejorar y cambiar su metodología educativa de una manera autónoma e individual.
A consecuencia de la mejora de la relación materno-filial a causa del proyecto llevado a cabo, conseguimos que el niño tenga una mayor adaptabilidad social, una mejora de la calidad de las relaciones interpersonales y un amento de la capacidad de enfatizar con los demás. Además, cabe destacar el fomento de las capacidades de manejo y control de las emociones así como de la conducta.
FUENTES:
§ Rosa Sellarès Viola: El apego en el aula. Relación entre las primeras experiencias infantiles, el bienestar emocional y el rendimiento escolar.
§ Felipe Lecannelier: La nueva ciencia de los bebés: Apego e intersubjetividad.
§ Cristina Silvente: El apego seguro, clave para criar a hijos resilientes.
§ Jane Drummond: Programas de Apoyo Parental y Desarrollo Infantil.
§ Van den boom, (1994) (Investigator: Melody Keller, M.A., C.Phil.)
§ Ana María Gallardo: El impacto de las intervenciones basadas en apego .
§ Byron Egeland: Programas de Intervención y Prevención para Niños Pequeños basados en el apego.
§ Ana María Ruiz Galán, Mª del Carmen Pérez González, Susana Bravo Ferrón e Isabel Romero del Hombrebueno: Programa para favorecer el proceso del apego en niños con trastorno general del desarrollo a través del masaje infantil.