Una clase curiosa: la clase Montessori

María Montessori afirma que la educación se basa en un triangulo ambiente-amor-niño, de tal forma que combinando los tres elementos constantemente es el niño quien puede formarse como hombre o mujer con sus mejores o peores características a través de sus experiencias.


Una clase Montessori ideal consistiría en un agrupamiento de niños con diferentes edades en las que se desarrollen interactuando entre ellos mediante los materiales Montessori. Éstos materiales e incitaciones serían ofrecidos por el guía (maestro), alguien con recursos y don de modelo y demostrador el cual debe observar meticulosamente el comportamiento y crecimiento del niño. El maestro tiene la función de facilitar el aprendizaje, no de darlo directamente ya que son los alumnos los que deben alcanzar su potencial completo mediante las actividades propuestas por el guía que promuevan su desarrollo de las habilidades sociales, el crecimiento emocional y la coordinación física entre otros. El niño debe de experimentar el placer del aprendizaje y disfrutar del proceso, y es ahí donde el maestro actúa como guía.

El desarrollo Montessori ideal sería desde el nacimiento, desarrollando las comunidades infantiles desde el principio tal y como se propone para sustituir las guarderías, ya que desde ésta época nace el interés en los niños de 0 a 3 años. Sin embargo el aprendizaje montessoriano es fundamental a partir de los tres años siguientes, ya que se adquieren las habilidades de comunicación necesarias para el desarrollo personal del niño.


Como conclusión y pequeño resumen podríamos afirmar que la clase Montessori perfecta sería un aprendizaje colectivo en donde se respete el derecho a protestar y opinar libremente: ello conlleva las capacidades de observación, análisis y síntesis.